Estabamos todos en la puerta del Zoo de Buenos Aires. Algunos con sus pantaloncitos cortos ajustados, otro con el bolsito negro en la mano, hasta había gente que estaba vendada!!!!. Catorce, eramos 14 y parece que se armaba un seven (7 contra 7). Pero la climatología local nos jugó una mala pasada, nos ganó por goleada, no pudimos hacerle frente. "Fueron muy inteligente, supieron aprovechar los espacios y nosotros no teníamos respuesta. No fuimos previsores y nos pasaron por arriba", concluyo un indignado jugador. Por aaribs??? me pregunto yo. Por aariba, por abajo, por los costados, de frente y de todas partes. A más de uno pudo haberlo enfermado. Tuvimos que salir corriendo e ingresar a la jaula del hipopótamo, único refugio en 20 kilómteros a la redonda. A la redonda??... la tuvimos que poner dentro de una bolsa de nylon de una conocida cadena de supermercado para que no se estropee. Hasta los patos se metieron en la jaula del cordial hipopótamo!!!!
Ahora sí. hay que decidirse y ser más prudente para la próxima vez: ¿qué tal si ponemos 50 mangos cada uno y compramos una playstation?
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